Pachinko – Min Jin Lee
Grand Central Publishing (edición en inglés); 479 páginas.
Aprender sobre una realidad ajena es uno de los grandes regalos que nos brinda la lectura. Especialmente porque al final es fácil darse cuenta de que aunque los lugares geográficos son diferentes, las experiencias son muy parecidas. Pachinko es una saga familiar que comienza en el año 1910 en Corea (cuando aún estaba unificada) durante la ocupación japonesa y termina en 1989 en Japón, con el país prácticamente recuperado de la Segunda Guerra Mundial y los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
La historia comienza con Sunja, una chica humilde de 16 años que vive y trabaja junto con su madre en su casa de huéspedes, en el pueblo pesquero de Yeongdo en Corea. Al descubrir que se encuentra embarazada y que el hombre que ama es casado, decide aceptar la propuesta de matrimonio de uno de los huéspedes, Isak, un joven sacerdote cristiano que le ofrece un apellido para su hijo y una vida nueva en la ciudad japonesa de Osaka.
Historia y ficción se combinan impecablemente, tanto que no es necesario conocer la historia de Corea y Japón a detalle para poder leerlo. Sin embargo, ayuda tener en mente algunos datos y eventos clave. Corea estuvo ocupada por Japón entre 1901 y 1945, año en el que Japón junto con las demás potencias del Eje perdieron la Segunda Guerra Mundial. La península de Corea quedó dividida formalmente en 1948 después de que las tropas de la entonces Unión Soviética ocuparan el norte y las de Estados Unidos ocuparan el sur. Algunos coreanos regresaron a su país natal ahora dividido, pero muchos permanecieron en Japón.
El tema principal de la novela es la experiencia de los coreanos en Japón. Los coreanos nunca fueron bienvenidos en Japón. Fueron objeto de los mismos estereotipos negativos que vemos replicados en cualquier grupo que se le designe como “inmigrante”; eran considerados delincuentes, flojos, sucios, en fin, inferiores a los japoneses en cualquier aspecto. Eran ciudadanos invisibles, sin ningún tipo de derecho, que sólo podían vivir en zonas designadas y tenían opciones de trabajo muy limitadas. Incluso ahora, obtener la ciudadanía japonesa sigue siendo algo muy complicado y la discriminación hacia coreanos (o descendientes de coreanos) aunque quizás ha disminuido, no ha desaparecido del todo.
Min Jin Lee, que nació en Seúl y se mudó junto con su familia a Estados Unidos cuando tenía 7 años, escribe en los agradecimientos que la idea de este libro surgió de una conferencia a la que asistió en sus años de universidad, donde escuchó el caso de un niño de primaria viviendo en Japón que era hostigado por sus orígenes coreanos y terminó lanzándose desde el techo de un edificio. Le impactaría de tal manera que años después dejaría su profesión como abogada para comenzar a escribir sobre los coreanos en Japón. Después de muchos años de investigación, que incluyeron una estadía en Tokio durante la cual pudo entrevistar a docenas de coreanos que vivieron en Japón durante el siglo XX, escribió este libro.
Pachinko es un bello retrato de una comunidad poco conocida en el resto del mundo. Es una novela fácil de leer y muy amena, pero no por eso menos impactante. Una historia conmovedora, con personajes entrañables que nos hacen reflexionar sobre los sacrificios de nuestros antepasados. Hay tantas historias detrás de nuestra historia que jamás conoceremos, pero que de alguna forma siempre llevaremos dentro.
You can also read this review in English at Medium.
Que bonita reseña, sin darnos demasiados datos sobre la historia para poder irla disfrutando al descubrirla, nos informas sobre el contexto que es poco conocido..y provocas que nazca un gran interés por leerla. Saludos Marifer.
Muchas gracias! De verdad que este libro me tomó por sorpresa, fue más conmovedor de lo que esperaba y siento que aprendí algo nuevo. Ojalá te guste!